7. El rol de la propiedad
Ser o no ser accionista de una empresa familiar es un derecho que se define libremente y, fuera de las connotaciones económicas y financieras, representa una expresión de compromiso y voluntad de continuar un legado iniciado por la familia fundadora. Pero nadie puede ser obligado a aceptar este legado.
Una empresa familiar puede ser íntegramente dirigida por profesionales no familiares. Con el accionariado comprometido con los valores, el legado y la continuidad del proyecto empresarial en manos de la familia fundadora, no habrá accionistas “pasivos”.
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Un accionista responsable ante todo sabe qué es lo que tiene, lo valora y debe sentirse cómodo con el proyecto empresarial de la familia a la que pertenece. Al mismo tiempo, debe saber a qué tipo de asesor ha de acudir cuando en la empresa familiar se presenta un determinado tipo de problema, para no tener que recurrir como primera y única medida a lo que dicen las leyes mercantiles.